La contaminación a causa de los cubre bocas 

Los residuos del material que se utiliza para protegernos de la COVID-19 deben ser tomados en cuenta como un elemento adicional a la contaminación de los océanos. Guantes y cubrebocas que ahora son artículos de primera necesidad y en muchos casos de uso obligatorio, se suman por millones a los desechos que al no tener un manejo adecuado, pueden llegar a mares y costas del planeta, advirtió Raquel Briseño.

La investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM resaltó que antes de la pandemia la basura que llegaba a estas masas de agua era una preocupación, y ahora los restos de estos insumos se sumarán a los que llegan a mares y costas del planeta.

En el marco del Día Mundial de los Océanos, que se conmemora hoy, señaló que en las campañas para donar material de protección hospitalario, “las estadísticas muestran que en un día, una sola persona trabajando en áreas COVID-19 puede requerir hasta 16 cambios de guantes, cuatro batas, cuatro cubrebocas desechables, una mascarilla N-95 y cubrebotas.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los océanos ocupan tres cuartas partes de la superficie de la Tierra, contienen 97 por ciento del agua del planeta y absorben alrededor del 30 por ciento del dióxido de carbono producido por los humanos, amortiguando los impactos del calentamiento global.

Además, son la mayor fuente de proteínas de más de tres mil millones de personas en el mundo y se estima que esa misma cantidad depende de la biodiversidad marina y costera para su sustento.

Sin embargo, para la sociedad el océano es tan inmenso como inagotable, por tanto, cree que se puede verter cualquier tipo de sustancia o material de origen antropogénico sin que tenga efecto negativo, expuso Briseño, quien forma parte de la Red de Investigación Marino Costera para América Latina y el Caribe (REMARCO).  😓       






















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